
Este año nos hemos enfrentado a un nuevo virus y adaptado a una nueva realidad. Poco a poco nos hemos acostumbrado a utilizar máscaras en lugares públicos, a mantenernos a una distancia prudente y a comunicarnos a través de las computadoras. Nuestros hijos van a la escuela enmascarados o toman clases virtuales frente a una computadora. ¡Sin duda alguna, hemos cambiado nuestro estilo de vida!
En el ámbito legal, específicamente relacionado con inmigracíon, también han ocurrido numerosos cambios. En marzo de este año, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS), para evitar la propagación del coronavirus, suspendió las entrevistas, ceremonias de naturalización y citas para las huellas digitales en sus oficinas. Asimismo, los Tribunales de Inmigración a lo largo de todo el país, cancelaron sus audiencias para las personas que no estaban detenidas. Aunque tanto USCIS, como los Tribunales, han comenzado paulatinamente a reprogramar los servicios en persona, aún existe mucho retraso.
A través del mundo entero con el cierre de aeropuertos y consulados, se han cancelado innumerables entrevistas para otorgar visas. Por otro lado, el presidente Trump, a través de una orden ejecutiva, implementó restricciones de viajes y canceló la autorización de las visas de inmigrantes hasta el 31 de diciembre, con ciertas excepciones.
Conjuntamente, el gobierno ha realizado diversos cambios referentes a procesos y solicitudes migratorias. Entre ellos, el requerimiento de autosuficiencia financiera, exigiendo que los inmigrantes solicitando extensiones o cambios de estatus, demuestren...mediante la presentación de documentos financieros, como cuentas bancarias, activos, reportes de crédito, póliza de seguro médico, entre otros, que no se convertirán en una carga pública para el Estado. Referente al proceso de Asilo, a partir del 25 de agosto cambiaron tanto el tiempo necesario para solicitar un permiso de trabajo, como los requerimientos para el mismo. Inicialmente, se podía solicitar 150 días después haber presentado la solicitud de asilo ahora tendrán que esperar un año para poder solicitarlo y no calicarn si ingresaron al país sin presentarte a un puerto de entrada.
Por otro lado, los jóvenes soñadores o “dreamers” recibieron noticias alentadoras de la Corte Suprema, señalando que el programa de Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA) no podían eliminarlo sin ciertas consideraciones. Sin embargo, solo un mes después, el Departamento de Estado anunció, que no obstante la decisión de la Corte, USCIS no aceptaría nuevas solicitudes de DACA y que las renovaciones de los que ya tienen el DACA, solo serán válidas por un año, en vez de por 2 años, como era anteriormente.
También, ocurrieron numerosas batallas legales, referente al Estatus de Protección Temporal (TPS), así como múltiples decisiones en cortes de apelación que impactarán el futuro de los inmigrantes en este país.
Todos estos acontecimientos hacen del 2020 un año sin igual. Sin embargo, cada obstáculo nos hace más fuertes, más expertos y mucho más valientes. Tanto en nuestras vidas personales, como profesionales, es importante que veamos un reto en cada problema y una oportunidad de superarnos en cada dificultad. Cada desafío nos hará más expertos y superarlos nos llevar al éxito. Por eso, aunque todo a nuestro alrededor cambie, estos tres permanecerán para siempre: la fe, la esperanza y el amor. 1 Corintios 13:13. Les deseo un Año 2021 lleno de fe, para alcanzar sus metas, esperanza, para realizar sus sueños y amor, para disfrutar junto a sus seres queridos.